Para hidratar el tracto respiratorio irritado y favorecer la formación de mucosidades más fluidas:
Incrementa el consumo de agua (1-2 litros de agua al día).
Usa un humidificador de aire.
Para el descanso nocturno:
Eleva la cabeza con doble almohada.
Mantén tu habitación bien ventilada.
No cubras demasiado la zona del cuello.
En el caso de tos expectorante, antes de ir a dormir:
Realiza un lavado de las fosas nasales con una solución especial de agua de mar.