Es secundaria a un cuadro de gripe o resfriado.
Produce expectoración, es decir, secreción mucosa procedente de los bronquios, tráquea o laringe.
El material expulsado conocido comúnmente como flemas, se llama esputo y se forma por un aumento de las secreciones bronquiales.
Sus características varían según la causa de la enfermedad o el tiempo.
Estas secreciones acumuladas desencadenan el reflejo de la tos y originan la expectoración.
Puede requerir manejo con un medicamento que te ayude a expulsar flemas.
Es secundaria a algún estímulo nocivo como el humo de tabaco, contaminación o de origen nervioso.
Se origina por algún estímulo irritante en las vías respiratorias inferiores.
No produce expectoración.
Por lo general causa dolor en la garganta o en el pecho e irritación, además de impedir el descanso en las noches.
Puede requerir manejo con base en un agente antitusivo.